lunes, 7 de octubre de 2013

Volviendo a los 40

Este país no tiene desperdicio.
Con el cuento de la crisis ya se sabe que nos ha caído encima una serie de recortes de tres pares de... narices.
Al grito de ¡el estado del bienestar ha muerto! el fascismo más recalcitrante vuelve a las andadas. Reducción de sueldos, de pensiones, de educación pública, de sanidad pública, de servicios sociales públicos, y pasta gansa para la banca, para las grandes empresas, y para los políticos recoge sobres, que de todo tenemos en nuestra huerta. Y unos millones de currantes al paro, no vaya a ser que al resto le de por protestar.
Pero la cosa no queda en lo económico. En un arriesgado ejercicio de vuelta en el tiempo, los chicos (y chicas) del PP se han instalado en el franquismo más auténtico, aquél de los años 40.
Estas son unas perlas para ilustarlo:

http://www.eldiario.es/politica/Cospedal-paga-funcionarios-ir-misa_0_182332041.html

http://www.eldiario.es/meseta/Intereconomia-exclusiva-funcionarios-Castilla-Leon_6_182041804.html

http://www.eldiario.es/andalucia/musica-parte_0_183382268.html

Pero tenemos un rey que no nos lo merecemos, y además ya somos campeones del mundo, ¡que eso es lo que importa!

miércoles, 17 de julio de 2013

Flor del tronco de Brasil

El tronco de Brasil es una conocida planta de interior (Dracaena fragans) habitual en muchos hogares.
Resistente y muy decorativa, ya que aporta cierto aire tropical allí donde se encuentre.
Pero lo más asombroso es su proceso de floración. Muy raro. Solo se produce cuando la planta tiene bastantes años y altura, y según he leído solo florece una o dos veces en su vida.
Hasta hace poco ni sabía que esta planta echaba flores, pero he tenido la enorme fortuna de que la que tengo en casa desde hace 20 años, y que ya llega hasta el techo, ha florecido con dos ramas que han perfumado toda la casa durante varios días.
Dejo unas fotos del espectáculo:




Las flores permanecen cerradas durante el día, pero al llegar la noche todas se abren y el aroma aumenta considerablemente:



En algunas web he leído que lo mejor es cortar la rama de flores, ya que absorbe mucha energía de la planta. Pero si puede que solo tenga esta oportunidad de disfrutar de esto, ¿qué sentido tiene quitarle unas flores que solo durarán una semana? Yo he preferido mantenerlas hasta que todas se han marchitado.
Esto es más raro que una aurora boreal, y yo lo he tenido en casa. Lo sé, soy un privilegiado, ¿qué se le va a hacer?
Por cierto, su aroma se parece al del jazmín, pero mucho más intenso.

martes, 23 de abril de 2013

Romance del haiku


Si quieres ser un poeta
y tener fama en Japón,
dedícate a escribir haikus
que allí molan un montón.

Los japoneses son raros
y no tienen solución.
Comen algas, comen tofu,
salsa de soja y arroz,
seitán y pescado crudo,
hacen yoga y taekwondo.
Y en vez del año mariano,
celebran el del dragón.

Por eso, en esto del haiku,
no busques explicación,
sólo hay que mirar las cosas
y añadirles emoción.
Con tres versos hay bastante,
ni rima ni entonación,
sólo hay que ajustar sílabas,
es la única prescripción.
Cinco lleva el primer verso
y siete a continuación,
y luego otro más con cinco
y el haiku se terminó.

Os pondré algunos ejemplos
para evitar el temor
de que si escribes un haiku
te miren como a un bufón:

Cuando sea primavera,
y estés en un camposanto,
dices que hay flores silvestres
entre las tumbas de mármol.

Si ves en un viejo estanque
que se zambulle una rana,
lo único que has de añadir
es el sonido del agua.

Una pareja en la playa,
con el fragor de la mar,
puede descansar tranquila,
las olas le arrullarán.

Si un mosquito de verano
te picó con su aguijón,
di que no puedes matarlo.
Le has hecho una transfusión.

Pero esta literatura
no sólo se da en Japón,
que también en Albacete
tenemos mucha afición.
Hay un grupo numeroso,
tienen una asociación,
y si juntan veinte haikus
sacan su publicación.
Conozco a Frutos y a Elías,
pesos pesados los dos
(pues para abrazar a uno
se tienen que juntar dos),
y transmiten alegría,
reposo y conciliación.
Pero si de los haijines
que hay en esta población,
tengo que elegir a uno,
me quedo con el mejor,
que para mí es un hermano,
Ángel Aguilar Bañón.



Este romance lo he recitado el día del libro, en la biblioteca de la universidad en Albacete. Parece un cierto homenaje al haiku, pero el título original es Romance de Ángel Aguilar, aunque lo cambié para no desvelar el final.

miércoles, 27 de febrero de 2013

Romance de Don Mariano

He tenido la oportunidad de leer un poema en un recital del Club de escritura La Biblioteca. He contado con la ayuda de un amigo y profesional del teatro, que me dejó vestuario para la ocasión. Y la experiencia ha sido bastante gratificante.
El sentido del romance que he escrito está en los versos de Gabriel Celaya:

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.
Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.

Primero dejo una grabación del acto, y a continuación el texto completo.


¡Ay Diós!, que buen caballero
el presidente Mariano,
que a todos los españoles
considera sus vasallos.

Siempre fue un buen candidato
que acababa derrotado,
y pareciera que nunca
terminaría gobernando.
Pero el sabio Zapatero,
de talante inmaculado,
a fuerza de desatinos,
de recortar los salarios,
de congelar las pensiones
y de indultar al del banco,
hizo que los ciudadanos
lo tomaran por un santo.
Mejor nos habría ido
si el socialista pacato
hubiese hecho caso al dicho:
Zapatero, a tus zapatos.

Así este gallego ilustre,
con su barba y su mostacho,
alcanzó una mayoría
que ya la quisiera Franco.
Y en las Cortes de Madrid,
do juran los hijosdalgo,
ha formado un buen gobierno
y al rey le besa la mano.
Todos son hombres mancebos,
todos con sobre en la mano,
porque digan lo que digan
Bárcenas se los ha dado.

¡No se asusten los oyentes,
no corran al excusado!,
que con él de presidente
todos hemos mejorado.
Los parados ya no existen,
todos están trabajando,
cotizando sus impuestos
para que luego el Estado,
mejore nuestras pensiones
(las de nuestros jubilados).
Docentes, médicos, jueces
y todos los funcionarios,
no necesitan la paga,
le han aumentado el horario,
pero siempre están felices
porque siguen trabajando.
Con camisas de colores
van por la calle cantando.
Gritan, pitan y berrean,
como turba de borrachos.
¿Es que no se han dado cuenta
que los ha beneficiado?
¿Quieren que España se hunda?
¿Quieren seguir derrochando?
Si todo lo que nos quita,
lo que seguirá quitando,
es algo que nos conviene,
él lo tiene bien pensado.
A todos nuestros banqueros,
que estaban muy arruinados,
les ha conseguido pasta,
a la Merkel ha timado.

La prima de riesgo baja,
como bajan los salarios,
gracias al loable esfuerzo
de todos los diputados,
senadores y ministros,
asesores colocados,
alcaldes y concejales
y hasta sus primos hermanos,
que llegan a fin de mes
después de haberse privado
de lo que todos nosotros
estamos atiborrados:
gambas, centollos, percebes
y costillas de venado,
y un Ipad por todo el morro
pa jugar a Apalabrados.

Algunos, que se equivocan,
ni son listos ni sensatos,
piensan que con Rajoy
nos han dado bien por saco.
Son unos pocos rufianes,
comunistas descarados,
miserables perroflautas
y anarquistas declarados,
que para mayor afrenta,
al rey no besan la mano.
Todos llevan lanza en puño,
con el hierro acicalado,
y llevan sendas adargas
con borlas de colorado.
Son una pequeña chusma,
villanos, que no hijosdalgo,
que hay que meter en cintura
con la porra y con el palo.
Y cuando se han atrevido
y las plazas han tomado,
entonces habló Mariano,
bién oiréis lo que él ha hablado:
Quien más grite y más proteste
lo quiero identificado,
y si alguno se resiste,
detenido y apaleado.
Luego les pongo una multa,
de unos cuatrocientos pavos,
y si quieren recurrirla,
con las tasas se han topado.
¡Que no me vengan con ruegos,
ni con duelos ni quebrantos!
¡Los fachas somos así!,
¡que no me hubieran votado!

¡Ay Diós!, que buen caballero
el presidente Mariano,
que a todos los españoles
considera sus esclavos.